SALARIO EMOCIONAL

¡Buenas compañeros! Por fin miércoles y con él os traigo un post interesante sobre una forma específica de motivación, el salario emocional.

Hace varios post, ponía de manifiesto lo importante que es tener a un trabajador motivado, entre otras formas de motivar a un trabajador a cargo, está el salario emocional, que es aquella retribución no monetaria que se centra en satisfacer necesidades personales mejorando la calidad de vida del trabajador.


Con el ritmo de vida que llevamos, al trabajador no le da tiempo de disfrutar de su remuneración, las jornadas partidas que hacen que se trabaje hasta bien entrada la tarde, no dejan al trabajador disfrutar de su tiempo, puesto que el que tiene lo invierte en descansar.
Nos hemos dado cuenta ya de que un salario tan alto no satisface al empleado. Con la plena incorporación de la mujer al trabajo, los niños necesitan guarderías, los ancianos alguien que les cuide y las casas necesitan ayuda por parte de todos los miembros que la habitan.
Entra en juego pues, una serie de necesidades del trabajador que no son cubiertas por el dinero que reciben a cambio de su trabajo como retribución mensual. Hablamos del salario emocional.

El salario emocional hace que el clima laboral sea positivo y agradable, por lo que se aumentará la productividad, además, evitará la rotación del personal y el absentismo laboral y reducirá los costos de selección de personal.
Esto se puede conseguir:
v  Conciliando la vida familiar del trabajador con la profesional: normalmente en España, las jornadas son partidas haciendo que el trabajador salga de casa sobre las 8 de la mañana y volviendo sobre las 7 de la tarde. Aunque la jornada sea de ocho horas, suele haber un descanso de unas dos o tres horas  para el almuerzo y muchos trabajadores lo hacen en la misma empresa, por lo que demandan jornadas continuadas de trabajo para poder disfrutar de su familia.
v Flexibilidad laboral: es otro tipo de conciliación algo más “light” para las empresas, el poder entrar después o salir un poco antes del trabajo, ayuda a que los empleados estén a tiempo en otros menesteres no laborales pero importantes para ellos.
v  Participación: aunque pueda parecer una tontería, a los trabajadores les gusta sentirse parte de la empresa. Dejar que se expresen, que puedan opinar, sugerir o participar en la toma de algunas decisiones, les hará sentir integrados, crea compromiso entre los empleados y por lo tanto mayor productividad para la empresa y mayores beneficios.
v Reconocimiento del trabajo bien hecho: unas simples palabras, a todos nos gusta que nos reconozcan lo que está bien.
v Promoción interna: saber que pueden promocionar hará que se esfuercen día a día, que la productividad aumente y que su compromiso sea más alto a la vez de mantenerlos motivados en el trabajo.

Esto son solo algunos ejemplos del salario emocional, dependerá de la empresa, no todas pueden hacer frente a grandes gastos, como guarderías, planes de pensión o seguros, pero con algunos cambios tan simples como los que os he mostrado, los trabajadores irán a la empresa con ganas, no se sentirán preocupados, el clima laboral será positivo y lo más importante, estaréis creando trabajadores felices.
Así que aquí me despido hasta el próximo miércoles, con una pequeña reflexión:
NO SE TRATA DE AUMENTAR EL SUELDO, SINO DE TENER TRABAJADORES FELICES.






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