Históricamente, el diablo sabe
más por viejo que por diablo, y por ende, el que tiene experiencia sabe más que
el joven que se incorpora al mercado laboral.
En nuestro país la experiencia es
lo más valorado, entendiendo que es importante, no se le da importancia apenas
a otros requisitos que puede que no se consigan con la experiencia.
Últimamente se habla mucho de
actitud, proactividad y compromiso, tres requisitos que se encuentran en mi
lista de preferidos porque no hay dificultad que mejor se trate con actitud
antes que con experiencia. No quiero malos entendimientos, lo que intento es
hacer un paralelismo entre experiencia y actitud, proactividad y compromiso.
Teniendo en cuenta que la
formación es muy importante, también hemos de saber que la actitud y el
compromiso con el trabajo son de lo más buscado en los candidatos jóvenes. Por
eso siempre os digo que al final el puesto encaja con la persona, ya que cada
empresa busca algo específico, pero si bien en algo todas coinciden es en que
el compromiso es un requisito indispensable.
Y es que compañeros, ya todos
hemos oído hablar de la proactividad, la persona proactiva, que se esfuerza,
que tenga una actitud positiva con el trabajo y a la que se le ve comprometida
con el trabajo, es la persona que las empresas están buscando ¿por qué? Pues
porque son las que aparte de dar todo de sí mismos, se especializarán más en su
campo para poder avanzar, se formarán y al final, serán leales trabajadores que
valen mucho en el mercado laboral.
Ante la adversidad, la
experiencia ayuda, pero la actitud puede
solucionar el problema de la misma forma. Un empleado con actitud hacia su
trabajo, con compromiso, puede valer oro, si tiene experiencia mejor, y si no,
es un diamante que hay que pulir. Y no dejar escapar.
Un empleado que se siente
comprometido con su trabajo intentará mejorar día a día, innovar e incluso
puede que su creatividad se traduzca en beneficios mutuos.
Ahora bien, ¿cómo una empresa
puede mantener ese espíritu de compromiso del trabajador? En mi opinión, la
motivación es un elemento fundamental para que el trabajador se sienta
comprometido. El aliciente que le hace falta, los trabajadores tienen
necesidades, no solo económicas, sino que entra en juego la situación personal
de cada uno, algunos necesitarán conciliar su vida laboral con la familiar,
otros querrán trabajar media jornada, otros formación… Es cuestión de hacer un
estudio y ver qué quiere el trabajador y cómo mantenerlo siempre motivado,
porque estará creciendo personal y profesionalmente y esto hará bien a la
empresa. (Trabajador contento, trabajo bien hecho).
Así que aquí termina el post de
la semana, os dejo pensando sobre la actitud y la motivación y aprovecho para
introducir el post de la próxima semana que será de la motivación laboral
introduciéndome así en temas de Recursos Humanos e ir completando este blog.
Os dejo con la miel en los
labios, el próximo miércoles más. Espero que os haya gustado y que haya servido
de ayuda.
Hasta la próxima semana ;)
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