Es de bien nacido ser
agradecido, al menos eso me enseñó mi madre cuando de pequeña alguien hacía
algo por mí.
Agradecer no solo los favores que
nos hacen sino los servicios que nos dan, la relación que tenemos y el trato
que nos dan.
Hablo de agradecer a los
trabajadores su esfuerzo y su dedicación, porque aunque pensemos que con el
salario, la conciliación y el cumplimiento de las normativas vigentes estamos
haciendo todo lo correcto, no es así.
Nuestro tiempo es valioso para
ellos cuando necesitan consultar algo con nosotros, brindémosle nuestro tiempo
y escuchemos sus inquietudes o dudas. Intentemos resolver sus cuestiones de una
forma amigable y agradable, porque al fin y al cabo ellos son iguales que
nosotros, ellos venden su fuerza de trabajo o sus conocimientos a cambio de
protección social y una retribución mensual, ellos dedican buena parte de su
tiempo a hacer que la empresa crezca y obtenga los mayores beneficios posibles,
ellos trabajan con unos patrones que nosotros les hemos impuesto. Porque ellos,
al fin y al cabo, son una parte más de nuestro gran equipo.
No dejemos caer nuestra
frustración en ellos, no dejemos que un mal día nos arranque nuestra amabilidad
con ellos.
Gracias a ellos la empresa rueda
y por eso hay que estar agradecidos, por eso hay que tratarlos de tú a tú y con
confianza y respeto.
No creamos que tenemos el poder,
no creamos que porque estén a nuestras órdenes laborales están por debajo de
nosotros.
Háblale por los pasillos, atiende
sus dudas, intenta conceder una cita lo antes posible cuando así te lo pidan,
no les riñas por un trabajo incompleto o mal hecho, probablemente le falta
tiempo o formación y eso es cosa que tú no has sabido ver.
No hagas que se salga de sus
funciones a no ser que sea en algún momento puntual y previo aviso y a ser
posible acuerdo.
Motívalo, dale responsabilidades
que pueda cumplir, haz que se sienta uno
más de la plantilla, que se sienta importante y valorado, fórmalo, pule al
diamante en bruto que tienes, crea promociones internas, dale voz en la
empresa, se el hilo conductor entre la dirección y los trabajadores,
escúchalos, mímalos y párate con ellos cuando ellos te lo pidan. El feedback es
importantísimo para avanzar y crecer.
Porque un trabajador contento es
un beneficio para la empresa, porque los trabajadores que se sienten
identificados con la empresa dan todo su tiempo a ella, porque los trabajadores
que se sienten comprometidos con la empresa bajan el absentismo laboral, porque
son el recurso más valioso de toda la organización y porque son HUMANOS y
necesitan ser comprendidos al igual que nosotros.
Por eso y porque no queremos que
escapen ante nuestro desprecio e incompetencia, CUIDA A TUS RECURSOS HUMANOS.
Esta semana empiezo por el final
y acabo por el principio compañeros, y como sé que algunos sois personal de Recursos
Humanos y otros sois trabajadores, la semana que viene hablaré de la otra
postura, es decir, del trabajador desagradecido.
Feliz miércoles ;)
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