¿Cuánto tiempo llevas esperando
una llamada? ¿Cuántos Curriculums has echado, en cuántas ofertas te has
inscrito y cuántas puertas has llamado?
Y te sigues preguntando por qué
no te llaman, por qué ni si quiera se fijan en tu perfil, solo lo miran y te descartan,
y te preguntas ¿por qué? Si tengo la formación, el idioma, cumplo con los
requisitos de conocimiento en algún programa que piden y tengo algo de
experiencia, aunque sea 6 meses.
Queridos compañeros, todos nos
hemos preguntado alguna vez de nuestra vida ese “por qué”. Todos hemos estado
en esa situación, incluso los que hoy en día se dedican a reclutar y a
seleccionar personal para sus propias empresas o para empresas ajenas a las que
vende su trabajo.
Se inscriben en mil ofertas de
trabajo para solo lograr una llamada que le abra la puerta a una entrevista y
probablemente no salen airosos de la situación. Pero: ¿Hasta qué punto depende
la situación del que busca empleo?
La cuestión es que, aunque no se
quiera reconocer y se diga que la igualdad está sobradamente garantizada para
todos, esto no es así. Existe una serie de sectores que podemos llamar en
exclusión laboral que lo intenta y lo intenta y no lo encuentra.
Estos sectores son:
- Mujeres.
- Hombres.
Puede parecer un tópico, pero no
nos engañemos, a los hombres les cuesta menos encontrar trabajo que a las
mujeres.
Las mujeres se encuentran con las
siguientes situaciones que les hace más difícil encontrar trabajo:
v
Mujeres sin formación ni experiencia.
v
Mujeres sin formación.
v
Mujeres con formación sin experiencia.
v
Mujeres en edad fértil (en cualquier situación
de las anteriores).
v
Mujeres con un parón en su vida profesional.
v
Mujeres mayores de 45 años.
Los hombres se encuentran con las
siguientes situaciones:
v
Hombres sin formación.
v
Hombres con formación sin experiencia.
v
Hombres mayores de 45 años.
Sin entrar en debates de por qué
los hombres tienen menores situaciones que les impide encontrar trabajo, quiero
reflejar que también depende del lugar en el que vives. Y es que no es lo mismo
vivir en Badajoz que vivir en Madrid, no es lo mismo vivir en Salamanca que
vivir en Madrid, no es lo mismo vivir en Sevilla que vivir en Madrid.
La mayoría de las empresas tienen
su sede central en la capital del país, el resto de centros de trabajo puede
repartirse por el resto de España, aumentando así su volumen y el número de
trabajadores. Si eres un trabajador que aspira a tener funciones organizativas
en la empresa, tendrás que desplazarte a Madrid que normalmente es donde está
la sede central.
Entiendo que no hay ningún
problema porque te desplaces a otra ciudad, la cuestión es ¿eso lo
Será por cercanía, será por
comodidad, pero ¿no entienden que cuando alguien se inscribe en una oferta es
porque realmente está interesado? Normalmente la descripción del empleo viene
en el portal del empleo, es tan simple como leerlo y valorar si estamos
interesados o no.
Este tipo de “discriminación
fronteriza” no hace bien a nadie. ¿Quién sabe si el aspirante al puesto que se
ha rechazado por ser de Granada era el que mejor encajaba con el perfil?
NO HAY MAYOR DISTANCIA QUE LAS BARRERAS QUE NOSOTROS MISMOS PONEMOS
Ante todas estas dificultades,
quiero poner un poquito de esperanza al asunto, quiero poner una luz al final
del túnel, aunque éste sea largo. Quiero decir que aunque el camino sea largo,
con curvas y cuesta arriba, no podemos quedarnos en mitad del camino, hay que
seguir avanzando y saber darle respuestas a las dificultades.
Ojalá este tipo de discriminación
laboral acabe, porque un trabajador bueno, es bueno si ha cumplido más de 45
años, es bueno si ha tenido un parón en su vida profesional, es bueno aunque no
tenga experiencia y es bueno si es joven y quiere aprender.
Hasta aquí el post de esta
semana. Feliz miércoles ;)
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